Ser un payaso profesional

Carlos y Juan comienzan hoy sus estudios superiores. Carlos llevará a la universidad los libros que le recomendaron en el sílabus. También está averiguando los costos de los libros de leyes. Él sabe que más adelante le servirán. Mientras que Juan, está buscando en su casa ropa usada y de colores, instrumentos musicales que le ayuden a producir ruido en su primer día de clases, tirantes y obviamente ya tiene lista su raíz de goma roja.

Se sabe que Carlos estudiará derecho y que Juan... él estudiará la pedagogía del placer. Una carrera que se estudia en la Escuela de Payasos los Hijos de Augusto, ubicada en España. Tiene dos facultades, una en la provincia de Xirivella y la otra en Víznar.

En esta escuela, se aprenderá a transmitir emociones a través de gestos, acciones torpes y el arte de no saber comportarse. Se muestran las claves para incorporar aspectos de la infancia a tu personalidad adulta. Se trabaja al máximo la mirada, que de ahora en adelante transmitirá y evocará sensaciones. Artes que según Jesús Jara y Lluna Albert, directores de esta escuela, ayudarán a cada alumno a desarrollar independientemente su autenticidad como payaso.

Juan llega a su escuela y debe llevar un curso de iniciación. Le explican que con éste, se despertarán en él cualidades básicas de un payaso. Será curioso e ingenuo. Aprenderá a transmitir alegría, tristeza y miedo. Podrá desarrollar habilidades únicas, que sólo tiene una persona con el arte de ser payaso.

Después de llevar los cursos de, Clown navegante de las emociones 1 y 2, El Clown y el Circo, y el Clown como herramienta para terapias. El joven humorista puede llevar cursos opcionales, que le ayudan a profundizar en éste arte, para convertirse en un payaso preparado. Después saldrá al mundo a mostrarnos todo lo aprendido. Será un espectáculo para todos los públicos y se convertirá en esa figura cómica que todos conocen. Pero también será esa figura que nadie se pregunta nunca si es un simple payaso o todo un profesional.

Con la historia de éste joven, cada vez que se vea un payaso, se sabrá, que así como hay gente que estudia leyes, comunicaciones, medicina o cualquier otra carrera. Hay otros que dicen: quiero ser payaso, y no es un cualquiera, porque puede estudiar para serlo y ser payaso será su profesión.



Isabel Madrid Peña