Esto debía acabar pero para que eso ocurra tenía que ver a esa mujer hablar con ella, confrontarla, interrogarla y hasta obligarla y decirme que me paso.
Dos días después de que ocurra lo ya relatado anteriormente, llego a mi casa el encargado de la ronda nocturna a cobrar lo pactado cada semana con todas las casas de la manzana, al verme me dijo algo que aseguro lo que más temía, hubiera querido no saberlo jamás.

–te vi hace dos días sentado en el patio del jardín, te estabas mojando en la lluvia, me acerque a preguntarte que te pasaba, pero cuando me viste entraste corriendo a tu casa y vi por la ventana como te caíste por las escaleras al querer subir-
-yo no estado fuera solo me asome por la ventana, vi a una mujer entrando al jardín y próximo que recuerdo es que me estaban levantando para llevarme a mi cama a dormir-

-que mujer fue la que viste-
Le describí vagamente la apariencia de la desconocida mujer, estaba todo muy borroso y no logre verla mucho. Verdaderamente no recuerdo, quisiera recordarla, quisiera volver a verla. El hombre no estaba mintiendo, era yo el que estaba fuera de la casa sentado en plena lluvia aquella noche, acaso yo estaba poseído, acaso…eso me pasaba siempre. Tal vez no era la primera vez y esto ya me había pasado antes. Esa era una respuesta que definitivamente me daba miedo saber.
Las continuas lluvias por las noches no hacían más difícil el no poder dormir, me sirvieron de compañía en esas heladas noches en donde lo único que deseaba era que amanezca.
Estaba entrando en un momento de trance en mi vida, los místico ahora se mezclaba con la más odiado. Al amanecer quise saber que pudo haber desenterrado esa mujer en el jardín del patio y me dirigí a mismo agujero que ella había hurgado, no encontré nada interesante solo una pequeña bolsa de tierra que cualquiera pudo haber votado, no le di importancia. Había decidido dejar atrás todo eso; la única persona a quien comente sobre la desconocida mujer fue al guardián.

-me pereció verla en una ocasión entrando al jardín, era raro porque cada vez que me veía llegar corría a ocultarse a los matorrales, cuando quería seguirla era como si desapareciera entre la oscuridad-

-porque nunca lo informo, porque nunca dijo que alguien estaba entrando en nuestro patio- le dije como reclamándole.
-me pareció solo una anciana vagabunda, no la creí peligrosa como para alarmar a la casa-

-pues esa pobre anciana vagabunda me embrujo e hizo que yo salgo de mi casa sin saber lo que hacía. Si de algo estoy seguro es de que ella tiene que ver con el hecho de que yo haya salido de mi casa en semejantes condiciones- me desespere.

-mira te prometo una cosa- me dijo el guardián.
Le deje el número de mi celular para que me llamara apenas supiera algo de ella. Por una parte quería averiguar quién era esa mujer y que me había hecho. Habían pasado ya tres días de los sucedido, esa noche pude dormir como dije antes me hizo bien hablar contigo, las incesantes lluvias en esa región hicieron que la comunicación sea muy difícil las llamadas se cortaban y eso hizo que no podamos hablar en una semana, estaba como aislado. Esas vacaciones no habían acabado y demostraban ser más interesantes de lo que creía. Me dijiste que regresara, que me extrañabas y yo también te extrañaba a ti, pero no era el tiempo para regresar.
Cuando desperté creí que todo había acabado que ese sueño como lo había definido, ya era algo pasado, no quería pensar más en lo que me pudo haber pasado al estar allá fuera esa madrugada quien sabe en qué estado y alado de quien sea quien.
Una fuerte gripe me sobrevino luego de esa noche, ellos logro que dejara algunas planes atrás, en realidad no muy tranquilos, habían inaugurado una discoteca a la salida de la cuidad y tenía buenas críticas, así que yo y algunos amigos con los pasaba la tarde en esa ciudad decidimos ir a visitarla obviamente la gripe quiso detenerme pero no lo logro. Una pelea de pandilleros en medio de la pista hizo que en el taxi en el que íbamos tardara en llegar al lugar. Casi chocamos con un moto taxista furioso que le recordó su mama al taxista por haberle propinado tal susto. La noche se sobrevino emocionante conocí a un grupo de chicas que no paraban de bailar y de llegar a nuestra mesa para tomarse disque fotos para el recuerdo y para colgarlas en el facebook.