ME VOY DEL QUIOSCO

Lima, siete de junio de 1965. Esta mañana de domingo, a pesar del típico cielo gris, en el ambiente se respira algo insólito, que hará memorable este día. Al menos eso cree, con mucha ilusión, Ernesto. Él está esperando en cuclillas. Su corazón lleno de vértigo y ansias se familiariza con la de los demás niños –que son como una docena- que aguardan junto con él. Hasta que llegó Don Pepe, protegiendo bajo su brazo derecho el mayor tesoro del público infantil que tanto anhelaba su llegada. Me refiero a ese pequeño cuadernillo que les brindaba un boleto gratuito a la fantasía, la historietao popularmente conocidos como chistes.
Este ancestral ritual, de la espera para posteriormente devorar el comic, al igual que el olfateo de sus paginas recién impresas, están próximas a la extinción. Nuestro amigo Ernesto estará disgustado pero la realidad es esa. Los tiempos y los usos cambian y el comic no está excepto a eso.
Los parámetros creativos son derribados. La tecnología y sus bondades son abusadas para satisfacer los placeres lectográficos de sus fieles seguidores. El internet les enseñó el camino y los artistas lo siguieron. Una maravilla futurista fue concebida, para la ovación de los adictos de la historieta. Y ahora el mundo contempla el e- comic. No es otra palabra huachafa relativa al internet, bueno la verdad si es eso, pero tiene algo más. Este es un ingenioso formato digital en el cual puedes ver tus comics preferidos desde la comodidad de tu silla, sillón o en donde te desparrames a teclear.
Esta manera virtual de deleitarse de peripecias de personajes muy queridos no es un simple escaneo de revistas. Es un pequeño programa de muy sencillo manejo que permite separar en capítulos, tener una visión panorámica de cada página, ver en detalle cada viñeta y volver a cada tomo de manera rápida a través del menú de acceso, además cuenta con un excelente entorno visual para su lectura y compatible con todas las plataformas de navegación que soporten sus mínimos requerimientos.
Dicho de otra manera, podrás estar económicamente falto de recursos (misio)o vivir en el colon del mundo (ser mi vecino) ,pero si cuentas con una computadora y acceso a internet será imposible perderte de los más variados y famosos títulos del mundo del cómic americano, la historieta europea y el manga japonés, presentados en español y/o en su idioma original.
De la tablilla de barro egipcia y el papiro japonés, al ciberespacio es un avance eminente y bien merecido. Es seguro que este modelo despierta la algarabía entre los fanáticos de las tiras cómicas y para los demás puede ser motivo para desprenderse de la pornografía cibernética y el youtube.